El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha defendido en Comisión parlamentaria el papel “clave” que juegan las universidades en la salvaguarda de la igualdad de oportunidades, la justicia social y el crecimiento de la sociedad.
“Ni sobran universidades ni sobran universitarios. Estamos en un momento de reflexión en el que tenemos que repensar qué sociedad queremos para las siguientes décadas. Y en este análisis nos toca combatir con convicción aquellos planteamientos que no otorgan a las universidades públicas el valor que tienen y lo que representan para el progreso de la sociedad andaluza”, ha señalado Ramírez de Arellano ante los miembros de la comisión.
El consejero ha puesto en valor “todo lo bueno hecho” por el sistema público universitario andaluz, cuyos centros “se han ido adaptando con el paso del tiempo y han sabido interpretar las necesidades de la sociedad”. Gracias a la apuesta por un modelo de educación superior basado en el mérito, las capacidades y la igualdad de oportunidades, Andalucía ha cuadruplicado en estos más de 30 años de Autonomía su población activa formada, pasando del 22% en 1981 al 87% de 2015.
Los universitarios han sufrido, como todos los sectores de la sociedad española, los efectos de la crisis. Por eso, el consejero Ramírez de Arellano ha insistido en la necesidad de “afanarnos más aún en mejorar las expectativas de empleabilidad para el alumnado universitario”. La formación superior es “la mejor vía para lograr un trabajo y hacerlo en condiciones adecuadas, pero no debemos descuidar las salidas laborales posible en este ámbito”, ha recalcado.
En la actualidad, Andalucía cuenta con más de 200.000 alumnos en la enseñanza superior, más de 16.000 docentes y más de 9.000 trabajadores de administración y servicios que componen un complejo y potente núcleo de generación de conocimiento e I+D para que revierta en la economía andaluza.
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