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28/09/2012
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Usuaria del servicio de teleasistencia.

Usuaria del servicio de teleasistencia.

Los usuarios califican el servicio con una puntuación de 9,8 sobre 10, según se recoge en la última encuesta realizada. Asimismo, otorgan una valoración muy alta a los diferentes aspectos del SAT, destacando la atención recibida por parte del personal teleasistente y la frecuencia con que se ponen en contacto con ellos, así como la satisfacción con el servicio técnico y la facilidad de acceso.

La encuesta indica que un 83% de los usuarios del servicio se siente satisfecho por la tranquilidad y seguridad que le aporta en su domicilio y porque se siente más acompañado. Asimismo, el 94% considera que el servicio es muy fácil de utilizar y que cuando ha realizado alguna solicitud se ha resuelto de forma muy eficaz. Todos lo recomendarían a sus familiares y amigos.

Un ejemplo es Pilar González, de 88 años recién cumplidos, que vive con su hijas y sus nietos y desde hace siete es usuaria del Servicio Andaluz de Teleasistencia. Pilar comenta que es lo mejor que ha podido pasar a las personas mayores, "porque la mayoría de las veces estamos solas, aunque vivamos acompañadas", asegura.

Se trata de una de las 175.000 personas usuarias del SAT -las mujeres se encuentran a la cabeza, con el 75% del total- para el que sólo tiene alabanzas. "A mí me da mucha confianza y seguridad saber que, con sólo apretar el botón rojo, si tengo algún problema se va a solucionar. Yo le llamo mi escapulario o mi compañerito, porque me acuesto todas las noches con él puesto y duermo muy tranquila", señala.

Pilar aconseja a todas las personas que tengan el SAT que, desde el momento en que lleguen a su casa, se pongan alrededor del cuello el colgante con el botón rojo "porque si te ocurre algo y no lo tienes a mano es como si no lo tuvieras", puntualiza. Recuerda un hecho reciente: "Estando sola en mi domicilio oí cómo alguien aporreaba la puerta, me asusté mucho y agarré el botón como si fuera mi salvavidas. Los porrazos no se repitieron y no ocurrió nada más, pero yo estaba tranquila porque, de haber oído que metían alguna llave en la cerradura, hubiera activado el SAT", resalta.

"Nunca he tenido que utilizarlo por alguna emergencia, pero todos los días compruebo su funcionamiento porque hablo varias veces con los teleoperadores, que nos hacen mucha compañía y su tarea es muy beneficiosa para nosotros", concluye Pilar.