Los conocimientos tradicionales son útiles en muchos casos, pero, en lo que a la micología, se refiere pueden ser más perjudiciales que beneficiosos. Existe un amplio abanico de reglas antiguas para diferenciar las setas tóxicas de las comestibles, reglas que son falsas y a menudo contradictorias en función de la zona de la que provengan.

Ante una seta recogida en el campo, los únicos conocimientos válidos son los de los expertos, por lo que es importante no atender a cuestiones como las siguientes:

 El contacto de las setas tóxicas con una cuchara de plata ennegrece la cuchara

 La cocción de las setas elimina su toxicidad

 La toxicidad o no de las setas está ligada a los colores llamativos que presentan. Hay zonas en las que se cree que las más coloridas son tóxicas y otras en las que se piensa justamente lo contrario

 La toxicidad de las setas está ligada a si están o no mordisqueadas. Hay zonas en las que se cree que si están mordisqueadas son tóxicas y otras en las que se piensa todo lo contrario