PABLO MESSIEZ
Dramaturgia y dirección: PABLO MESSIEZ
Con LUCAS CONDRÓ, CLAUDIA FACI, POLIANA LIMA, JOSÉ JUAN RODRÍGUEZ y ÓSCAR G. VILLEGAS
CUERPO DE BAILE: UNA DRAMATURGIA QUE BUSCA, A TRAVÉS DEL CUERPO, JUSTAMENTE NO REPETIR LAS CONVENCIONES TEATRALES.
Cuerpo de baile cerró el 39º Festival de Otoño de Madrid en la Sala Negra de los Teatros del Canal. Se trata de un espectáculo dirigido por Pablo Messiez quien se ha ocupado de la dirección, dramaturgia y además ha salido de su “zona de confort” creando la coreografía.
En esta creación el actor, director y dramaturgo ha decidido que el cuerpo y el espacio dialoguen en constante y mutua interacción, acaso como forma más primitiva del teatro, ese lugar en el que la asamblea (el público), se reúne en torno a una propuesta generalmente repleta de ideas, de palabras, de fábulas que juntas transmiten una emoción, una reflexión, un estremecimiento. Todo eso puede hacerse también sin palabras, o casi sin ellas… Bastan los cuerpos y el alma de cuatro espléndidos bailarines y actores: Poliana Lima, Claudia Faci, Lucas Condró y José Juan Rodríguez.
Para conseguir su objetivo, Messiez dibuja un espacio, un lugar definido en donde reina lo heterogéneo, lo que no tiene nombre o no puede nombrarse, la multiculturalidad (las escasas palabras del montaje se emiten en portugués, francés y español), y la poesía, poesía en movimiento y a raudales durante todo el espectáculo.
La propuesta está dividida en cinco partes (Aire, Canciones, Lo que vibra, La lengua y El canto de agradecimiento) que parecen surgidos del impulso, de la necesidad íntima y extrema de trazarlos en el aire para que también juntos —espacio y cuerpos—, adopten un nuevo sentido.
El viaje que proponen al espectador los artistas en ‘Cuerpo de baile’ va de la palabra al cuerpo, en una búsqueda común de lo esencial en la escena. Y lo esencial es más que la palabra, es el cuerpo, la piel a través de la cual entran la mayor parte de las sensaciones humanas. El resultado es verdaderamente hermoso, estremecedor y poético. José-Miguel Vila. Diario Crítico.