Informe de
Medio Ambiente en Andalucía
La vivienda que se ordena en torno al patio
jardín tiene la función de proteger el ambiente
creado en éste, a la vez que se beneficia de su
microclima. Esta protección no sólo la realiza
por disminuir las transferencias laterales
de energía provenientes de un entorno más
cálido, también lo salvaguarda en cierta
medida de la radiación solar directa, a lo que
influye el tamaño, orientación del patio, y
altura y forma del edificio.
El edificio, a su vez, debe aislarse en su
parte periférica de contacto con el ambiente
exterior, efecto que consigue mediante muros
gruesos, aislantes y con mucha inercia térmica,
ventanas escasas y pequeñas, situadas en la
parte baja del edificio, y muros encalados para
el aumento del albedo. La iluminación de la
vivienda debe realizarse ante todo mediante la
apertura de vanos al interior del patio, lo que
permite que uno de los puntos más débiles
del aislamiento térmico de la vivienda mire a
una zona más fresca.
Aunque la evapotranspiración da lugar a
un aire más húmedo, su densidad aumenta
durante el enfriamiento adiabático, dando
como resultado la formación de una burbuja
fresca y estable que no se satura de humedad
gracias a la difusión del vapor de agua a un
ambiente exterior muy seco. Incluso con
saturación de humedad las plantas continúan
trabajando. Mientras, por la noche se crean
corrientes de aire, reforzadas por el riego al
atardecer que intensifica la disminución de
calor sensible y el enfriamiento del suelo.
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Patio cordobés. P. Sánchez Lechuga.
