Huella ambiental del cultivo de la fresa

Conocer la huella ambiental nos permite detectar y cuantificar los procesos que influyen en mayor medida en el cambio climático y así establecer medidas efectivas para reducirla. Un equipo de investigadoras del IFAPA transfieren los resultados de su trabajo sobre la huella ambiental en fresa en una reciente publicación.
IFAPA
recolección de fresa

Las investigadoras doctoras del centro IFAPA Camino de Purchil (Granada), Mercedes Romero Gámez y Elisa M. Suárez Rey, han publicado recientemente el estudio “Environmental footprint of cultivating strawberry in Spain” en la revista de impacto internacional The International Journal of Life Cycle Assessment. Este trabajo ha consistido en el cálculo y evaluación de la huella ambiental de los sistemas de producción de fresa a nivel nacional con el objetivo de plantear a los productores una gestión más eficiente y respetuosa con el medio ambiente, sugiriendo posibles estrategias de mitigación de los diferentes impactos ambientales evaluados. 

La metodología ambiental empleada en este estudio ha sido el Análisis de Ciclo de Vida (ACV). Se evaluaron ocho sistemas de producción de fresa representativos en España: cinco sistemas bajo macrotúnel, dos sistemas en microtúnel y un sistema al aire libre. Dentro de estos sistemas se tuvo en cuenta: el tipo de manejo de pesticidas y fertilizantes (convencional, integrado o ecológico) y el tipo de suelo (substrato o suelo). Los impactos ambientales seleccionados para este análisis medioambiental fueron: huella de carbono, acidificación, agotamiento del ozono, eutrofización, ecotoxicidad y formación de ozono fotoquímico. 

El estudio demuestra que los sistemas más innovadores (producción de fresa en hidropónico) fueron los sistemas de cultivo con mejores resultados ambientales, especialmente con manejo integrado. Además, la productividad en este sistema fue mayor respecto al resto de sistemas debido a la baja dosis de productos químicos, a la menor energía aplicada y al menor consumo de agua. Sin embargo, el área dedicada a los sistemas hidropónicos es una mínima parte de la superficie total dedicada al cultivo de fresa. La gran inversión inicial de estos sistemas innovadores se señala como la principal causa de esta escasa implantación. 

Por otro lado, los resultados obtenidos indicaron que, en la mayoría de los sistemas de producción de fresa evaluados, la aplicación de fertilizantes fue la fase con mayor importancia en la huella de carbono, eutrofización y acidificación. Por tanto, la optimización en el uso de fertilizantes a través del uso de sistemas de apoyo en la toma de decisiones (DSS), en cuanto al manejo de nutrientes y el diseño de programas de fertilización óptimos para explotaciones comerciales, podría ser un área en la que trabajar. En este sentido, el estudio publicado podría ayudar al sector fresero a la adaptación de innovaciones tecnológicas en sus fincas.

El equipo del IFAPA que ha desarrollado este estudio lleva varios años trabajando en la huella ambiental asociada a sistemas de producción de cultivos hortofrutícolas a lo largo de su ciclo de vida. Así, se ha evaluado la huella ambiental asociada a sistemas de producción de cultivos como, judía verde, tomate cherry, lechuga, escarola, el cultivo del olivar, cultivos bioenergéticos (soja y colza), pimiento, frutos rojos (fresa y arándano), etc., tanto a nivel local, regional, nacional y del área mediterránea.