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Informe de
MedioAmbiente enAndalucía
de siglo comienza a considerarse, primero como fuente de salud y lugar de reposo y,
depués, como lugar de ocio donde desarrollar determinadas actividades deportivas.
Es en la actualidad cuando se incorpora su valoración como espacio natural, con un
valor ambiental que debe preservarse.
El desarrollo progresivo del sector turístico basado en unmodelo demasificación de
la costa (de tanto peso económico en Andalucía), probablemente haya contribuido a
una concepciónmás ecológica del litoral y losmares. Habría que comentar también
razonesdeorden sociológico, cultural etc., queexpliquenesta consideración, perono
cabe duda que el deterioro de la costa es algo palpable que cada vezmás andaluces
miran con preocupación.
Según ha quedado patente en el último ecobarómetro desarrollado por la Consejería
deMedioAmbiente yOrdenacióndelTerritorio, el deteriorodeplayas ymares es per-
cibidocomounode losproblemasambientalesmás importantesenAndalucía, por de-
trás de los incendios forestales y al mismo nivel prácticamente que la contaminación
ambiental. Asimismo, el interés que los andalucesmuestranpor el estadode la costa
y el mar en la región queda por encima de otras cuestiones como la preocupación
por el deterioro de ríos, humedales y acuíferos, o por la desaparición de especies y
parajes naturales, problemas que podrían parecer a priori tanto omás relevantes que
el deterioro de playas ymares.
Por lo tanto, el buen estado ambiental de la costa y el mar, tanto porque así se exige
desde laUniónEuropea, comopor ser reclamadopor la ciudadanía, es prioritario y no
debe obviarse en las políticas de desarrollo y planificación que afecten al sectormarí-
timo. Dicho sector se caracteriza enEspaña por generar un importante valor añadido,
especialmente gracias a actividades como la pesca y el turismo, y por crear el mayor
número deempleosmarítimos deEuropa.
Sin embargo se trata de un sector marítimo predominantemente “tradicional”, con
un fuerte peso del sector privado pero con un importante nivel de gasto público en
infraestructurasportuariasymarinamercante, ademásdeseguridadydefensa, siendo
dicho gasto aún reducido enmateria ambiental, de pesca o investigación oceanográ-
fica. Hacer confluir las necesidades de modernización, reorientación y apertura de
nuevos frentes en el sector (la energía eólica es clave en este sentido), con el man-
tenimiento y, en su caso, mejora de la calidad y la protección ambiental de la costa y
el mar, va a suponer en los próximos años un verdadero reto para las administracio-
nes afectadas, incluida la andaluza, quienes deberán considerar que un buen estado
ambiental de la costa y el mar es, por sí mismo, garante de su sostenibilidad como
recursoeconómico.
Efectivamente, los andaluces detectan y ven con preocupación cómo se está produ-
ciendoundeterioropaulatinodeunadesusprincipales fuentesde recursosdirectoso
indirectos, pero también de una parte de su propia idiosincrasia, de una componente
fundamental de su historia, su cultura y en definitiva, su identidad.
Desembocadura del Guadiana,
Ayamonte (Huelva). J. HernándezGallardo.