La directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Laura Fernández, ha presentado y moderado esta tarde la mesa ‘Experiencias internacionales y avances en la atención a las víctimas de violencia de género’ dentro del 10º Congreso Internacional para el Estudio de la Violencia contra las Mujeres donde se ha abordado la situación que se vive en Portugal, con un aumento de asesinatos machistas, así como una de las actuaciones que se lleva a cabo con menores víctimas de violencia de género y víctimas de violencia de género especialmente vulnerables en Andalucía a través del Servicio de Asistencia a Víctimas en Andalucía (SAVA).
En esta mesa, celebrada en la Sala Itálica del Pabellón de Congresos y Exposiciones de Sevilla, han participado Alexandra Moura Teixeira da Silva, coordinadora de proyectos en la Plataforma Portuguesa para los Derechos de las Mujere; Daniel Cotrim, pisicólogo de la Asociación Portuguesa de Apoyo a Víctimas (APAV) y miembro de la European Victim Support; y Laura Fernández Ramos, psicóloga-criminóloga del Servicio de Asistencia a Víctimas de Andalucía (SAVA) de Almería, experta en mediación familiar y menores.
Fernández ha destacado que 2019 está siendo un año muy importante para Portugal y la lucha contra la violencia de género. “El pasado 7 de marzo se proclamó un día de luto por la violencia de género tras el asesinato de 10 mujeres por sus parejas o exparejas en las primeras semanas del año. Una cifra alarmante que supera incluso el número registrado en España, con una población casi cinco veces superior”, ha explicado. El Gobierno luso ha reconocido que en los últimos 15 años alrededor de 500 mujeres han sido víctimas de la violencia machista. Andalucía, con una población similar a la de Portugal, cuenta con 206 mujeres asesinadas desde 2003.
Pese a esta realidad, tal y como ha señalado la directora del IAM, Portugal infravalora la violencia de género y son las asociaciones feministas la que están presionando para que se adopten políticas acordes a la magnitud de este problema. En este sentido, Laura Fernández ha avanzado que recientemente “el Ejecutivo portugués ha creado un equipo técnico multidisciplinar con el propósito de proponer mejoras de protección a las víctimas en las 72 horas siguientes a la presentación de la denuncia”.
El punto de inflexión en este incipiente cambio de rumbo en Portugal fue el asesinato por parte de un hombre de su suegra y su hija en plena pugna por la custodia de la menor. Colectivos feministas lusos hablan de una “ceguera de género” en la forma de lidiar con el problema. A este respecto, la directora del Instituto Andaluz de la Mujer ha señalado que “en el país vecino no hay agravante de género en los crímenes machistas, empujando todas las agresiones hacia el concepto de violencia doméstica”. Fernández ha recordado que en el año 2017, en Portugal, tan solo el 15% de las denuncias de violencia machista llegaron a los tribunales y solo un 7% resultaron en condena. Una situación que socava la confianza de las mujeres en el sistema judicial luso.
No obstante, los últimos pasos han dado esperanzas a las organizaciones feministas que confían que estar viviendo “un momento de cambio” en lo que toca a la lucha contra la violencia contra las mujeres.
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