Hexaclorobutadieno (HCBD)

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Contaminantes orgánicos persistentes (COP)

El hexaclorobutadieno se forma durante el proceso de fabricación de otros compuestos químicos. No se encuentra en el medio ambiente de manera natural.

Se usa principalmente en la fabricación de materiales de caucho. También es usado como disolvente para elastómeros, como fluido intercambiador de calor, en fluidos hidráulicos y de transformadores y en el lavado de compuestos orgánicos volátiles en flujos de contaminantes orgánicos.

Además, puede liberarse al medio ambiente de forma no intencional en los procesos térmicos de combustión incompleta o reacciones químicas, con presencia de materia orgánica y cloro, y como subproducto en la fabricación de algunos disolventes clorados como el tri- y tetra-cloroeteno y el tetraclorometano.

No hay estudios que hayan evaluado los efectos del hexaclorobutadieno en seres humanos.

El HCBD se puede absorber por inhalación, por contacto con la piel y por ingestión, provocando alteraciones en la salud, si la exposición ha sido prolongada existe la posibilidad de generar cáncer y daños en el material genético. Los síntomas más frecuentes son: vértigo, pesadez, dolor de cabeza, temblores, nauseas, vómitos.

Respecto a su incidencia sobre el medio ambiente cabe resaltar que es un compuesto altamente tóxico para los organismos acuáticos, provocando la muerte, si la exposición se produce a elevadas concentraciones.

Se degrada difícilmente, con lo que permanece largos periodos de tiempo en la atmósfera, afectando al medio marino y terrestre. Su acumulación en el suelo provoca alteraciones en el crecimiento de las plantas.