La biodiversidad de Andalucía, derivada de su alta diversidad de ecosistemas, es única en Europa: reúne el 56% de las especies de interés comunitario de la región mediterránea y un número de endemismos muy superior a los de los países de la Europa Atlántica y el Mediterráneo.
Como importante apoyo a las iniciativas de gestión desde la administración ambiental se ha puesto en marcha la Estrategia Andaluza de Gestión Integrada de la Biodiversidad y elaborado los diferentes Planes de Recuperación y Conservación de Especies Amenazadas.
En muchos de estos planes y programas de protección de la biodiversidad, el voluntariado ha jugado y sigue jugando un importantísimo papel, colaborando tanto en el seguimiento e investigación de la biodiversidad en Andalucía como en la conservación de las especies y sus hábitats.
En este sentido la acción voluntaria puede considerarse como un instrumento a tener en cuenta para la conservación ambiental y el desarrollo sostenible, ya que realizar tareas de voluntariado es una manera de ampliar la sensibilización de la población local sobre los valores de nuestra biodiversidad, configurándose como una oportunidad para fortalecer una conciencia mas favorable al mantenimiento de las políticas ambientales, además de las mejoras directas sobre la conservación del medio natural obtenidas por la acción participativa de los ciudadanos
