Control de la desertificación

| Media: 0.0 | Votos: 0

Las tierras mediterráneas por su localización geográfica presentan unas características intrínsecas que las hacen especialmente vulnerables a los cambios sobre el territorio. A esa fragilidad contribuye un clima predominantemente xérico, de inviernos húmedos y fríos y veranos cálidos y secos, y una orografía con suelos pocos protegidos.

Esa fragilidad se puso de manifiesto durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la desertificación celebrada en 1977. Desde entonces se ha convertido en un punto clave de numerosas políticas y planes de los países afectados.

En Andalucía, en 1989 el Plan Forestal Andaluz ya recogía como línea de trabajo para frenar la degradación de los ecosistemas la lucha contra la desertificación y la conservación de los recursos hídricos, el suelo y la cubierta vegetal.

Igualmente, el Plan de Medio Ambiente de Andalucía en 1995 incluía entre sus objetivos la lucha contra la erosión y la desertificación.

En 1996 España firmó el Convenio de Lucha contra la Desertificación, y cuatro años después presentó el borrador del Programa de Acción Nacional Contra la Desertificación. La situación diagnosticada para Andalucía era la siguiente. Y Andalucía, siguiendo esta estela, elaboró en Andalucía unos trabajos previos para el Plan Andaluz de Control de la Desertificación, que sirve de base para el desarrollo de actuaciones que frenen la tendencia hacia la desertificación en Andalucía. 

Asimismo, a través de los proyectos internacionales Desernet I y II, se puso en marcha un mecanismo para el seguimiento y diagnóstico de la desertificación, a nivel de subcuencas hidrográfica constituyéndose la base adecuada para localizar e identificar las acciones a realizar en materia de prevención y actuación de control de la desertificación, y que se mantiene hasta la actualidad con un programa de monitorización de la erosión y desertificación en nuestra región que se publica anualmente en el Informe de Medio Ambiente de Andalucía.

Por su parte, las actuaciones llevadas a cabo por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía azul en la lucha contra la erosión y la desertificación se recogen con una cadencia anual, en las memorias de seguimiento del Plan Forestal Andaluz.

La importancia del programa operativo sobre control de la erosión y la desertificación y restauración de ecosistemas, en el marco del Plan Forestal Andaluz, radica en la evolución de la cobertura vegetal de los terrenos forestales en Andalucía, los cuales se pueden ver afectados por sucesos como los incendios forestales, decaimientos y el inicio de modificaciones motivadas por el cambio climático, así como por la modificación de la funcionalidad de los terrenos agrícolas.

Además hay que añadir la necesidad de reducir las pérdidas de suelo, controlar los riesgos de avenidas e inundaciones y frenar el avance de la desertificación.

La mayor parte de la superficie forestal sometida a procesos erosivos provocados por incendios, decaimientos u otras causas, presenta la imposibilidad de una regeneración natural, por lo que se hace necesaria una intervención antrópica encaminada a frenar la erosión y acelerar los procesos naturales hacia formaciones vegetales más estables y maduras. De este modo, la restauración de terrenos forestales en nuestra región es una tarea fundamental para lograr una superficie forestal con una cobertura vegetal óptima.

Así las actuaciones fundamentales que se vienen realizando en este ámbito son:

  • Trabajos de restauración de terrenos afectados por el decaimiento de las repoblaciones de pinar (por ejemplo en el Parque Natural Sierra de Baza).
  • Trabajos de tratamiento de plagas y mejora de la vegetación en monte públicos.
  • Reposiciónes de marras y densificaciones de especies arbóreas como el alcornoque.
  • Restauración de zonas incendiadas.
  • Realización de tratamientos selvícolas en masas forestales con el fin de mejorar y conservar el estado de desarrollo de la vegetación mediante el adecuado manejo del arbolado, matorral y pastizal, potenciando su restauración y diversificación.
  • Proyectos de restauración y corrección hidrológico forestal, en cauces y entornos fluviales.
  • Producción de plantas, en la Red de Viveros de Andalucía, de o uso habitual para las restauraciones y repoblaciones forestales. La Red de Viveros de Andalucía además tiene entre sus fines, promover la investigación, recuperar mediante trasplante ejemplares de especies arbóreas y arbustivas autóctonas afectadas por obras de infraestructura , la divulgación, educación y sensibilización de la población y el uso público,
  • Conservación del patrimonio genético forestal y recuperación de árboles autóctonos.