Introducción a los Planes de Lucha Integrada

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El ecosistema forestal es un entorno complejo en el que conviven diferentes organismos en armonía, permitiendo la perpetuación y garantizando la evolución del mismo. El seguimiento y control del equilibrio biológico presente en el medio ambiente forestal es la base sobre la que se realizan las estrategias de conservación y gestión sostenible de los recursos naturales. Este modelo forestal sostenible es necesario cuando nos encontramos con un ecosistema tan frágil y amenazado como el monte mediterráneo andaluz.

El equilibrio biológico puede verse comprometido debido al desarrollo excesivo de uno de sus componentes. Esta situación es claramente asimilable al caso de las plagas y enfermedades. Incrementos de población por encima de un cierto nivel, producen perturbaciones en la comunidad que pueden ocasionar desequilibrios permanentes al provocar la muerte masiva de individuos, en este caso árboles.

La Consejería, como uno de sus principales objetivos, el mantenimiento del equilibrio biológico o su restauración. Esta labor no supondrá nunca la eliminación o erradicación del organismo causante del desequilibrio si no su regresión a un nivel donde se encuentre en armonía con el medio. La gestión debe enfocarse a que los diferentes agentes, enfermedades y plagas, nunca superen el nivel definido como umbral crítico de daño.

Umbral crítico de daño

La gestión preventiva se fundamenta en el conocimiento de la biología de los agentes perturbadores y la realización de labores de seguimiento y control de sus poblaciones. Los Planes de Lucha Integrada fusionan ambas ideas, definiendo protocolos de trabajo en los que las actuaciones desarrolladas se justifican y establecen en los datos recogidos en campo y en los conocimientos existentes.

Se han establecido Planes de Lucha Integrada sobre aquellas plagas presentes en nuestra comunidad, cuyos efectos son más nocivos para el equilibrio natural.

De tal manera, las plagas de insectos son uno de los principales problemas ante los que se encuentra el monte mediterráneo. Perforadores de coníferas tales como Tomicus piniperda Linnaeus, Tomicus minor Hartig e Ips sexdentatus Börner son los responsables de los daños de mayor importancia en los pinares andaluces. El lepidóptero Lymantria dispar Linnaeus provoca defoliaciones en encinares y alcornocales en las que el arbolado puede llegar a perder la totalidad del follaje afectando al aprovechamiento corchero y a la producción de bellota. Finalmente la procesionaria del pino, Thaumetopoea pityocampa Schiff, es también un lepidóptero cuya alimentación provoca la defoliación de la copa y el carácter urticante de sus orugas puede condicionar posibles usos del monte.

Los Planes de Lucha Integrada contemplan el conocimiento por parte del gestor de la existencia de la fauna terrestre, acuática y del suelo, sensible a la ejecución de las medidas preventivas y de control, optándose por no interferir en su natural relación con el entorno, minimizando al máximo las medidas de actuación a tomar o no actuando en absoluto, dependiendo sobre todo del grado de protección ambiental de la fauna considerada.

Los Planes de Lucha Integrada necesitan de una labor continua de revisión, actualización y modernización para mantenerlos al día en cuanto a conocimientos y técnicas.