22 de junio de 2022 - (Espacios protegidos, Biodiversidad)
El Día Internacional de los Bosques Tropicales pone en valor las masas de laurisilva del Parque de los Alcornocales
El Día Internacional de los Bosques Tropicales pone en valor las masas de laurisilva del Parque de los Alcornocales
El Día Internacional de los Bosque Tropicales se celebra cada 22 de junio desde hace ya 23 años, cuando fue proclamado como tal por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente por la Organización Mundial para la Conservación (WWF) y por la Unesco. El objetivo es que la población y las instituciones del mundo tomen conciencia de la importancia de estos bosques para la vida humana y la calidad de vida en el planeta, incluso en aquellas zonas que carecen de este tipo de formación vegetal.
Algunos motivos:
Los bosques tropicales, maravillas ecológicas para cuya formación se han necesitado millones de años, proporcionan agua alimentos y medios de subsistencia a millones de personas en todo el mundo, porque los habitan y porque son capaces de aprovechar sus recursos naturales. Además, cobijan a una asombrosa variedad de especies animales y vegetales (se estima que más de la mitad de la biodiversidad mundial) y producen más oxígeno que cualquier otro tipo de formación boscosa. Son sumideros de carbono y de ellos se obtiene una cuarta parte de las medicinas modernas.
Se encuentran entre el trópico de Cáncer y el trópico de Capricornio y hay diferentes tipos. El lluvioso, sin estaciones secas; el húmedo caducifolio, con un nivel de pluviosidad de entre 1.000 y 2.000 mm al año, o los que se desarrollan en zonas altas, por encima de los 800 metros de altitud, como pasa en Los Andes, en Sudamérica.
Por otra parte, existen los llamados bosques subtropicales, cuya diferencia fundamental con los tropicales propiamente dichos (además de que sí tienen estaciones) es su localización, ya que están al íimite o fuera de esa franja entre los dos trópicos. Hay ejemplos en Argentina, Paraguay, México, entro otros Y en Andalucía.
Característica de los montes tropicales y subtropicales es la laurisilva, masas boscosas formadas por más de veinte especies como el laurel, el liquen o el acebo, con origen en la era terciaria, hace más de 60 millones de años. Los bosques de laurisilva son densos, con gran variedad de especies (se han reconocido más de 20) y ninguna dominante. Sin embargo, la laurisilva parece uniforme, ya que existe cierta homogeneidad en la forma de las distintas: hojas como el laurel (de ahí el nombre), anchas, fuertes, de tamaño medio o grande y ovaladas y lustrosas.
En nuestra tierra, el Parque Natural de los Alcornocales, en la provincia de Cádiz y Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, alberga la mayor masa boscosa de laurisilva de la península ibérica, sólo superada en España por las del parque de La Gomera, paradigma de este tipo de formación en nuestro país.
La peculiaridad principal de Los Alcornocales es su clima húmedo y de temperaturas constantes. La humedad generada desde la costa, los vientos que desde el estrecho suben por las laderas de sus sierras, las nieblas que éstos ocasionan (las barbas del levante) y las abundantes lluvias le confieren este aspecto subtropical. Así, especies vegetales propias de bosques centro americanos, como yedras, helechos o alisos conviven con otras que crecen en las zonas bajas como los alcornoques -naturalmente-, quejigos y acebuches, favorecidos todos ellos por el suelo arenisco sobre el que viven. Pero ni siquiera éstos se libran de la influencia de la humedad y muchos presentan sus troncos cubiertos por musgo y liquen.
Ése es uno de los grandes atractivos para el visitante. El Parque de los Alcornocales pone a disposición del visitante una amplia red de senderos, pero el más propio para disfrutar de la fascinante laurisilva es el de la Garganta del Capitán. Se encuentra en el término municipal de Algeciras y a lo largo del recorrido encontramos esos bosques de laurisilva con alisos, fresnos, laureles y quejigos en la zona de la Garganta. En el camino podemos disfrutar de las vistas a la Bahía de Algeciras, el bosque alcornocal, o el monte público Hoyo de Don Pedro.
Las tumbas de la Edad del Bronce talladas en la roca de arenisca y la lápida del supuesto "Capitán" que da nombre a esta garganta dotan de más atractivo aún a esta ruta señalizada por la Junta de Andalucía, sin olvidar los antiguos molinos harineros cuyos restos aún pueden verse a orillas del arroyo.