Andalucía es especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático (periodos de lluvias torrenciales y sequías, inundaciones de zonas litorales ocasionadas por la subida del nivel del mar, aumento de las temperaturas, etc.), pudiendo perjudicar a la conservación de la vida humana, animal y vegetal.
En materia de agua, la mayor y mejor gestión del conocimiento sobre adaptación al cambio climático permitirá a la Junta de Andalucía y a las administraciones locales acceder a una información de calidad. La buena gobernanza se muestra esencial para que funcione el desarrollo de proyectos demostrativos con financiación público-privada y se erige como una oportunidad única para poner en práctica y probar nuevas metodologías de adaptación.
Desde una perspectiva social es necesario evitar adoptar medidas que puedan provocar situaciones de injusticia y desigualdad social. Las soluciones deben tener en cuenta el contraste territorial de Andalucía, adoptando medidas basadas en la conservación de la naturaleza, proporcionando alternativas sostenibles.
El agua, esencial para la vida en nuestro planeta, es un bien común que todos tenemos la obligación de preservar y legar a las generaciones futuras, al menos, en las mismas condiciones de cantidad y calidad recibidas.