Antecedentes del Plan CUSSTA

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Esquema Plan de Conservación y Uso Sostenible de las Setas y trufas de Andalucía

Aunque Andalucía es una región de gran biodiversidad en cuanto a hongos se refiere, ha tenido escaso hábito recolector hasta hace algunos años, en los que el tradicional aprovechamiento de setas y trufas en los montes andaluces ha dado paso a un interés creciente por parte de la ciudadanía resultado tanto de un mayor conocimiento de este recurso como del aumento de la oferta de turismo activo y de interior que ha favorecido el acercamiento de la población al mundo rural. Dicho auge ha propiciado la necesidad de la puesta en marcha del Plan de Conservación y Uso Sostenible de Setas y Trufas de Andalucía, Plan CUSSTA, bajo un nuevo concepto de gobernanza, respondiendo a la concepción de que la conservación y gestión de la diversidad biológica es una tarea de toda la sociedad, que está alcanzando cada vez más protagonismo en los planteamientos internos de la Administración andaluza.

Las actuaciones llevadas a acabo por la administración andaluza desde 2001 han sido fundamentales para el conocimiento de la diversidad e importancia de las setas y trufas presentes en Andalucía por parte de la ciudadanía, prestando una especial atención a los riesgos que para la salud entraña la recogida y consumo indiscriminados de las setas.

Marco europeo

La Evaluación de Ecosistemas del Milenio indica que los ecosistemas europeos han sufrido una fragmentación debida a la actividad humana superior a la registrada en los demás continentes. Además, la diversidad de determinados grupos, entre los que se encuentran los hongos, está sufriendo unas modificaciones que no se conocen con precisión, pero que se prevén significativas. Además, varias especies hasta la fecha comunes están registrando un descenso de población. Esa desaparición de especies y esa disminución de su abundancia van unidas a una pérdida importante de la diversidad genética micológica, con las implicaciones que ello supone para la medicina, o la pervivencia de los montes ante el cambio global.

Para frenar este deterioro en el marco del proceso Forest Europe, que sostiene que una gestión forestal activa puede actuar de forma positiva en la creación de una estructura forestal más diversa y sana que desempeñe múltiples funciones forestales, es imprescindible mejorar las herramientas de conservación de los montes con prácticas de gestión forestal sostenible sobre el terreno, así como seleccionar aquellas acciones que produzcan una mejora del estado de los bienes, priorizándose aquellos usos de menor consumo de los mismos.

La Estrategia Andaluza de Gestión Integrada de la Biodiversidad

La reciente Estrategia Andaluza de Gestión Integrada de la Biodiversidad que se aprobó con el objetivo general de frenar la pérdida de biodiversidad en Andalucía y recuperar el adecuado funcionamiento de sus ecosistemas, suministra un marco de desarrollo para la gestión de la diversidad biológica e instituye una serie de objetivos generales que deben orientar las propuestas de actuación a desarrollar en el ámbito de la Biodiversidad andaluza.

Este marco es la base del Plan CUSSTA que nos permite profundizar en las necesidades de conservación de la biodiversidad en sus diferentes escalas, así como en la complejidad de las relaciones ecológicas, y con este fundamento se hace la planificación micológica desde la Administración andaluza.

El Plan CUSSTA en Andalucía

Para alcanzar la finalidad general de la Estrategia Andaluza de Gestión Integrada de la Biodiversidad, el Plan CUSSTA se plantea uan serie de objetivos y líneas estratégicas, impulsando una planificación y gestión sostenible del capital natural andaluz, y respondiendo a la obligación de la Administración Pública de Andalucía que debe velar por el mantenimiento de los recursos micológicos y sus hábitats, dando preferencia a las especies autóctonas, fomentando y controlando los usos y aprovechamientos ordenados y responsables de las especies silvestres en el marco de un desarrollo sostenible orientado a la mejora del nivel y calidad de vida de la población andaluza. Debe promover el conocimiento científico, la educación ambiental para la conservación de la biodiversidad, así como la participación social activa.