¿Qué es Open Data?

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El concepto Open Data es una filosofía que persigue que determinados datos e informaciones pertenecientes a las Administraciones Públicas sean accesibles y estén disponibles para su utilización por todo el mundo, sin restricciones técnicas ni legales.

Tener acceso a los datos de la Administración garantiza la transparencia, ya que se tiene acceso a datos que proceden directamente de fuentes oficiales, fomentándose la eficiencia y la igualdad de oportunidades. De esta  manera los ciudadanos y las empresas pueden crear servicios que resuelvan sus necesidades en colaboración con la Administración accediendo a los datos en igualdad de condiciones.

¿Qué es Open Data?

El objetivo principal de la iniciativa Open Data es la Reutilización de la Información del Sector Público (RISP). Consiste en poner la información del sector público disponible, en bruto y en formatos estándar abiertos, facilitando su acceso y permitiendo su reutilización tanto a particulares como a empresas para fines comerciales o no.

El sector público produce una gran variedad de información que es potencialmente reutilizable, como puede ser la información social, económica, geográfica, estadística, etc. Esta información es muy atractiva para su reutilización ya que es completa, fiable y de calidad.

Se quiere lograr que la reutilización y redistribución de la información pública repercuta en beneficio tanto de las administraciones públicas que sacan a la luz sus datos, como de los ciudadanos y empresas que ven cubiertas algunas de sus necesidades.

Desde las Administraciones Públicas se ha visto la necesidad que tienen las personas de acceder a cierta información hasta ahora no disponible. Por eso tienen la voluntad de avanzar hacia un gobierno más abierto, basado en los valores de transparencia, participación, servicio y eficiencia. También se quiere promover la creación de valor con la reutilización de la información pública, facilitar la ordenación interna de los sistemas de información dentro de las Administraciones y fomentar la interoperabilidad entre servicios del sector público.

Al mismo tiempo, la liberación de datos supone también un potencial económico ya que constituye una base esencial para muchos productos de información digital. Es imprescindible asegurar la reutilización eficiente de la información pública para poder aprovechar todo su potencial y desarrollar nuevos productos, servicios y mercados que logren un mayor desarrollo económico y mayor creación de puestos de trabajo.

¿Qué es Open Data?

El primer paso es identificar las necesidades ciudadanas para que las Administraciones decidan qué datos poner a su disposición y el formato más adecuado para hacerlo, de manera que esos datos se puedan reaprovechar.

El World Wide Web Consortium (W3C), la comunidad internacional que desarrolla estándares para el crecimiento de la web, recomienda que los datos que se liberen sean útiles y estén en formatos reutilizables. Cuanto mejor estructurados y enriquecidos estén los datos, más fácil será reutilizarlos y construir aplicaciones que puedan tratarlos automáticamente.

En este sentido, los “Ocho principios del Open Data” (2007, Open Government Working Group, USA) constituyen un buen resumen de cómo deben ser los Datos Abiertos:

  1. Públicos. Se recomienda abrir todos los datos públicos.
  2. Detallados. Mantener el mayor nivel posible de nivel de detalle. Se deben abrir los datos en bruto. Es decir, hay que publicarlos tal y como están en su origen, sin procesar.
  3. Actualizados. Datos coherentes, precisos y actuales.
  4. Accesibles. No debería existir ninguna restricción para todos aquellos que quieran hacer uso de los datos, ni en el propósito de uso.
  5. Automatizados. Los datos deben ser procesados automáticamente (sin intervención humana manual). Si un ayuntamiento ha colgado los datos en formato PDF, estos no serían procesables por un lenguaje de programación. Sin embargo, si los publica, por ejemplo, en formato XML estructurado, este lenguaje es fácilmente entendible por ordenadores y podrá ser reutilizado de forma automatizada.
  6. Sin Registro. Los datos deben estar disponibles para todo el mundo, sin necesidad de registro previo. Si para descargarse los datos de los monumentos de un municipio nos exigen firmar un acuerdo o registrarnos en la página, tampoco podríamos considerarlo Open Data.
  7. Abiertos. Formatos no propietarios. Los formatos de los datos no pueden depender de una entidad o de una herramienta propietaria de una entidad.
  8. Libres. Libres de derechos, patentes, copyright y no estar sujeto a restricciones de privacidad, seguridad o privilegio.

La adhesión a la iniciativa Open Data se está haciendo de forma progresiva en todo el mundo. Comenzó con el proyecto data.gov en EEUU, el sitio donde se encuentra el catálogo de datos abiertos del gobierno federal, y poco a poco se ha ido extendiendo a otros países.

En España, se aprueba en noviembre de 2005, dentro del Plan Avanza, la primera línea de actuación nacional dedicada específicamente a impulsar la apertura de información del sector público. En 2007, encomienda esa tarea de promoción a la Entidad Pública Empresarial Red.es y, pocos meses después, aprueba la Ley 37/2007, de 16 de noviembre, sobre reutilización de la información del sector público. En el año 2009 nace el Proyecto Aporta, que persigue tres objetivos básicos:

  • Fomentar una cultura favorable a la apertura de datos públicos.
  • Facilitar que las administraciones acometan dicha apertura.
  • Impulsar el mercado de la reutilización de la información pública.

Fruto de esos primeros trabajos, además del lanzamiento del portal www.aporta.es, es la publicación de la Guía Aporta. Este manual, orientado al despliegue de la Ley 37/2007 y elaborado con la participación de los propios ciudadanos y actores implicados del sector, ofrece toda una serie de recomendaciones y buenas prácticas en materia de apertura de la información del sector público.