La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio a través del desarrollo de una acción piloto de ámbito regional pretende profundizar en el conocimiento y evolución de los problemas de la desertificación y de los factores que lo desencadenan.
Dado que la climatología se sitúa como uno de los principales factores naturales determinantes de la desertificación , y dadas las evidencias del Cambio Climático Global, resulta de gran relevancia centrar los esfuerzos en determinar los escenarios presentes y futuros del clima, evaluar los posibles impactos, y desarrollar Estrategias de adaptación.
Para ello Andalucía ha puesto en marcha la Estrategia Andaluza ante el Cambio Climático, que enmarca el Plan de Control de la Desertificación y el Proyecto Desertnet, y que ha culminado con el Plan Andaluz de Acción por el Clima 2007-2012.
Como objetivo general del proyecto se plantea la realización de una plataforma para un sistema común de servicios en el marco de desarrollo de las Políticas Nacionales y Comunitarias de Lucha contra la Desertificación de forma congruente con la Convención de las Naciones Unidas Contra la Desertificación (UNDC), y para la gestión sostenible de los recursos territoriales (en particular el suelo y el agua) a través de:
- La constitución de un sistema de áreas/acciones pilotos de diversa naturaleza con carácter de investigación o aplicación.
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La realización de un sistema de información geográfico común.
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Una red de soporte científico-técnico destinada al intercambio, a compartir los conocimientos, y a la distribución de productos de información para usuarios finales.
Para ello se establecen los siguientes objetivos específicos:
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Individualización del estado actual de los conocimientos científicos sobre las causas y los efectos de los procesos de desertificación en las regiones mediterráneas europeas y sobre las medidas para su control. Contraste de metodologías y procedimientos utilizados para la realización de los programas nacionales para la lucha contra la desertificación.
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Creación de una red de grupos de trabajo e instituciones en conexión con las iniciativas análogas locales, nacionales e internacionales para el intercambio, para compartir, para la divulgación de los conocimientos y de los resultados del proyecto y la sensibilización de las poblaciones.
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Creación de un sistema de acciones pilotos temáticas para profundizar y afrontar sobre el terreno (en las áreas afectadas por los procesos de desertificación) los métodos y técnicas de prevención, gestión y seguimiento.
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Definición de los indicadores y de los modelos comunes para el seguimiento de la desertificación a escalas diferentes, y el desarrollo y la validación de un conjunto de indicadores homogéneos dentro de las áreas donde se desarrollan acciones pilotos.
El proyecto DESERTNET es un proyecto de cooperación a desarrollar dentro del programa de la Unión Europea Interreg III B. El proyecto liderado por el Centro Interdepartamental de Ateneo (Universidad de Sassari, Cerdeña) cuenta con la participación de diferentes organismos y regiones italianas, con la Comunidad de Murcia, con la Comunidad Autónoma de Andalucía y con el Instituto de Regiones Áridas tunecino. El principal objetivo del proyecto es avanzar en el estudio de los procesos desencadenantes de la desertificación en las regiones mediterráneas mediante la realización de estudios pilotos, intercambio de experiencias y desarrollo de modelos de evaluación.
Finalizado el proyecto DESERNET, y ante la necesidad de seguir profundizando en el conocimiento de los procesos desencadenantes de la desertificación en las regiones mediterráneas, se ha planteado y aprobado, dentro del mismo marco de la Unión Europea (programa Interreg III B), un nuevo proyecto de cooperación interregional, el Desernet II, que le diera continuidad a la experiencia, especialmente en el desarrollo e integración de los aspectos más innovadores.
El proyecto DESERTNET II tiene un mayor carácter transnacional, liderado por el Centro Interdepartamental de Ateneo, en él participan nuevos socios de Portugal (Algarve) y Grecia (Creta), así como organismos de países terceros del Magreb (Marruecos, Túnez y Argelia).
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Planificación e Información Ambiental, participa en el proyecto desarrollando una acción piloto de ámbito regional orientada a mejorar la calidad y precisión de los trabajos abordados en el anterior proyecto DESERTNET.
Tres han sido los modelos de evaluación aplicados y/o diseñados en el estudio de los procesos de desertificación y de los cuales se muestran los primeros resultados obtenidos.
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Diagnóstico de las áreas donde la desertificación se puede considerar heredada o natural. Modelo desarrollado y aplicado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. En su desarrollo se han empleado variables geomorfológicas, climáticas, edáficas y una valoración del carácter desértico de la vegetación natural que existiría sin la intervención del hombre.
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Diagnóstico de las áreas donde se están desarrollando actualmente procesos de desertificación especialmente activos. Desarrollado y aplicado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio atendiendo a criterios geomorfológicos, climáticos, edáficos, hidrogeológicos y realizando una valoración compleja de la calidad de la vegetación, tanto natural como cultivada, atendiendo a su estructura, biodiversidad y tipo.
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Evaluación de la sensibilidad a la degradación. Aplicación del Modelo Medalus al contexto regional andaluz. Utilizado como modelo común de diagnóstico por los socios participantes en el proyecto con objeto de obtener resultados comparables. Este método valora la fragilidad de los ecosistemas mediante el análisis de indicadores biofísicos y socioeconómicos, clasificando las áreas en potenciales, frágiles y críticas. Las principales variables empleadas se agrupan en cuatro índices de calidad. El índice de calidad del suelo valora aspectos geomorfoedáficos (litología, suelos, pendiente), el del clima se centra en recoger el volumen de precipitación y en valorar la aridez del medio.El índice de calidad de la vegetación valora distintos aspectos de ésta en relación a su capacidad protectora del suelo, adaptación a la sequía, riesgo de incendio y cobertura del terreno. Por último el factor socioeconómico se expresa a través de un índice de calidad de la gestión del territorio y que valora la intensidad de uso del suelo y la política de protección medioambiental.