Recorrido por los paisajes de Andalucía: las Campiñas Altas
Una vez más, nos adentramos en un nuevo espacio de nuestro
particular recorrido por los paisajes de Andalucía. En esta sexta
entrega te mostramos las Campiñas Altas. Estos paisajes abarcan desde
los pies de Sierra Morena y Sistemas Béticos, los parajes del valle
alto del Guadalquivir y sus afluentes, hasta las extensiones de
colinas y lomas que se abren por el interior de Andalucía.
Predomina la presencia del olivo que, tras un largo proceso de
transformación desde el siglo XVIII, nos ha dejado un horizonte de los
más característicos de la región andaluza. Vamos a recorrer las
serranías de baja montaña, las campiñas de piedemonte, las campiñas de
alomadas, acolinadas y sobre cerros junto con los valles, vegas y
marismas interiores identificadas en el Mapa de Paisajes de Andalucía.
Serranías de baja montaña
Comenzamos el recorrido por el Piedemonte de
Cazorla. Se trata de un espacio de transición entre las
Sierras de Cazorla y Segura, la Cuenca de Guadalimar, Las Lomas, La
Vega del Guadalquivir y las Campiñas Altas. El paisaje que ofrece es
netamente agrario, marcado por el cultivo olivarero, que abarca el 76%
de la superficie de este ámbito. Muestra sectores de relieve
accidentado y secuencias de colinas y cerros, en un rango de altitud
predominante entre los 600 y 1000 metros.
Campiñas de piedemonte
Estas zonas se localizan en las comarcas más orientales y centrales
de la región. Las campiñas de piedemonte comprenden el norte y sur de
la depresión Bética, la Cordillera Subbética, además de los espacios
intermedios entre estas y Sierra Morena. En la provincia de Jaén,
Sierra Morena se separa de las Cordilleras Béticas mediante la
Cuenca de Guadalimar. Sus relieves son de tipo
tabular y de colinas atravesadas por vegas y terrazas fluviales. Algo
muy típico de la estampa de Jaén es la huella de la minería en la zona
de Linares y el olivar, que cubre la mayor parte de la superficie. La
altitud de esta cuenca oscila entre los 300 y 1000m. En el Sistema
Subbético se ubican los Montes Occidentales, entre
las provincias de Granada y Córdoba. Hay un gran contraste entre sus
altitudes, que van desde los 400m a los 1608m. Esta disparidad se debe
a los macizos montañosos de la zona septentrional frente a los cerros
y colinas del sector meridional. El conjunto de campiñas pre-serranas
Piedemonte Subbético comparte características
orográficas y su condición de transición entre los campos gaditanos,
sevillanos, cordobeses y las Sierras Subbéticas. Su relieve bajo está
compuesto por colinas y cerros jalonados por elementos más prominentes
y con una fuerte oscilación de altitudes. Sus condiciones favorecen
los cultivos de secano, en su mayoría el olivar, junto a áreas de
matorral y pastizal.
Campiñas alomadas, acolinadas y sobre cerros
Continuamos el recorrido por las Campiñas Altas que incluyen aquellas
situadas hacia el interior de la región y sobre las cotas más altas.
Por una parte, sobre un macizo de materiales blandos del que brota un
relieve suave se localizan Las Lomas. La fisonomía
tabular en su parte central, y la forma de colinas en las laderas
perimetrales, constituyen el paisaje más representativo de la
provincia de Jaén, a base de interminables olivares que ocupan el 83%
de la superficie. Es un ámbito con un intenso aprovechamiento agrícola
y, de igual forma, reúne grandes conjuntos urbanos. Su altitud oscila
entre unos 230 m en la vega del Guadalquivir y los 1040 m en la
localidad de Iznatoraf. Por otra parte, las Campiñas
altas cubren las extensiones más elevadas de las campiñas
sevillanas, cordobesa y jienense. La orografía es más accidentada en
esta zona y se utiliza para la explotación agraria. Es uno de los
paisajes más representativos de Andalucía por ser muy homogéneo,
rotundo y especializado. Su particular impronta se debe esencialmente
a las vastas extensiones de las plantaciones de olivar, mientras que
los otros cultivos de secano y regadío han quedado relegados a escasas
porciones. Las Campiñas Altas presentan un relieve en el que dominan
las colinas y cerros de altitudes medias entre los 300 y 1000 m.
Valles, vegas y marismas interiores
Esta ruta finaliza con las estrechas vegas de fértiles tierras de
aluvión que conforman la Vega del Guadalquivir. Estas
se encuentran en los cauces del Guadalquivir y Guadalimar desde que se
unen ambos ríos hasta que el primero de ellos deja el cerco montañoso.
Cabe señalar la disposición de varios embalses sucesivos en este tramo
del Guadalquivir, construidos para el abastecimiento de los regadíos y
la generación de energía eléctrica, que han originado una gran cadena
de humedales de elevado interés medioambiental. Todo este entorno ha
dado lugar al espacio protegido del Paraje Natural Alto Guadalquivir.
La “Memoria visual de los Paisajes de Andalucía (2018)” ha servido de
inspiración para la realización de este artículo. Continuaremos con
nuestra particular vista aérea de los paisajes de Andalucía. Además,
puedes encontrar más información de interés relacionada en los
siguientes enlaces:
30 de julio de 2019
, 1444 visitas