Provincia de Cádiz


Reserva Natural Laguna de Medina (Cádiz)
Esta laguna se encuentra a 10 km del municipio de Jerez de la Frontera, término municipal donde se ubica. Tiene una superficie total de 351,07 ha, repartidas entre la zona de Reserva, que suponen 230,74 ha, y la zona de protección, cuya extensión es de 120,32 ha.
Fue declarada como Reserva Integral Zoológica en 1987, y fue incluida en el inventario de espacios naturales protegidos de Andalucía en 1989, como Reserva Natural.
Sobre esta área protegida recaen además otras figuras de protección: espacio protegido Red Natura 2000, al ser Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona Especial de Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), con el código internacional ES0000027, y humedal incluido en la lista internacional Ramsar.
En el contexto de las lagunas gaditanas, esta gran superficie de agua salina es una de las más persistentes, aumentando la diversificación de ambientes palustres en la provincia. Constituye un enclave de reconocida importancia internacional para la avifauna acuática, particularmente, para la malvasía, la focha cornuda y la cerceta pardilla.
Esta reserva natural juega un papel protagonista como centro de invernada, reproducción y descanso migratorio de aves acuáticas, siendo particularmente importante como refugio para las que crían en humedales cercanos, como en el Espacio Natural de Doñana.
En su extensa cuenca de recepción predominan los materiales poco permeables, por lo que los aportes hídricos principales son la precipitación directa y la escorrentía superficial, destacando por su importancia el arroyo temporal de Fuente Bermeja, que desemboca en la laguna por su orilla sureste.
Alrededor de la laguna se desarrolla un cinturón de vegetación con carrizos, eneas, tarajes y castañuelas que constituyen un hábitat privilegiado para aves en peligro de extinción, como es el caso de la malvasía y la focha cornuda. También es fácil encontrar otras aves frecuentes en distintas épocas del año, desde la cerceta, ánsares, porrones y patos colorados, hasta los flamencos.
Alejándose del humedal, la vegetación dominante es el matorral mediterráneo, bien conservado en algunos puntos, con acebuches, lentisco, palmito y jaras. Seguidamente, aparece el paisaje rural de cortijos típicos, entre cultivos de cereal y girasol.