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Buenas prácticas para los paisajes
Se asiste, por tanto, aunaevoluciónde lospolígonos industrialesen laque, por unapar-
te, se obliga a una adaptación a las nuevas realidades, pero por otra, semanifiesta una
crecientepreocupaciónsocial por lacalidadde lasactuacionesque requierenmayor aten-
ciónporpartedepromotoresyadministraciones, sobreaspectosquehastahacepocose
consideraban accesorios. En la planificación, construcción y gestión de estos polígonos
inciden cuestiones de diverso tipo (ambientales, económicas, urbanísticas, funcionales,
legales ofinancieras), peronoes habitual que se consideren criterios paisajísticos en su
concepción y diseño. Será, por tanto, fundamental reconocer los impactos paisajísticos
potencialesqueeste tipodeespaciospuedegenerar, entre losquedestacan:
La desvinculación formal del mosaico paisajístico del entorno.
La discontinuidad de las estructuras funcionales básicas del paisaje.
La heterogeneidad y, en general, la baja calidad arquitectónica de los edificios in-
dustriales.
El deficiente estadode conservación de los espacios exteriores.
Por el contrario, sedebeevaluar losbeneficiosque supone laexistenciadeunpaisaje
industrial de calidad, que representa un incremento de la calidad de vida para sus
usuarios, así como para las empresas, quemejorarán su imagen corporativa. La cali-
dadde los paisajes industriales debe representar unobjetivo comúnde los diferentes
agentes dado que representa unamejora del contexto social y territorial.
Polígono Industrial, Baena, (Córdoba).
J. HernándezGallardo.