295
Transporte y medio ambiente: mirando al futuro
Las emisiones de NOx y PM
10
dependen principalmente de la tecnología de combustión
y, en menor medida, de los combustibles utilizados. La introducción de las normas
Euro ha reducido las emisiones de los vehículos nuevos, pero debido a la vida útil
del parque de vehículos existente, los beneficios sólo se apreciarán a lo largo de un
periodo de tiempo más largo. Para ciertos contaminantes, incluyendo NOx, hay una
discrepancia significativa y cada vez mayor entre las mediciones oficiales de emisiones
que evalúan el cumplimiento de los estándares establecidos en las normas Euro y el
rendimiento del vehículo en el mundo real. Esta discordancia ha aumentado en los
últimos años. Para NOx, los últimos vehículos diésel pueden emitir hasta siete veces
más que los límites establecidos en la norma Euro 6. Las razones de esta discrepancia
pueden estar, como ya se apuntó en páginas precedentes, en los métodos de medición
que se utilizan para probar los vehículos, la optimización de las flexibilidades
permitidas por los fabricantes de vehículos durante las pruebas, y los cambios de
comportamiento de los conductores en condiciones reales de conducción.
Los óxidos de nitrógeno (NOx) se producen cuando el combustible se quema en el
motor en presencia de aire, resultando una mezcla desigual de óxido nítrico (NO)
y dióxido de nitrógeno (NO₂). Ambos gases son tóxicos. La proporción de dióxido
de nitrógeno en las emisiones de NOx de un vehículo diésel es mucho mayor
que la proporción que se encuentra en las emisiones de un vehículo de gasolina
convencional.
En los motores diésel más antiguos, aproximadamente el 95% de las emisiones son
de NOx y sólo el 5% eran NO
2
. Para los nuevos turismos diésel, dependiendo del
tamaño del motor, la expulsión de los gases por el sistema de escape después de
los tratamientos (por ejemplo, por la presencia de convertidores catalíticos) afectan
al nivel de emisiones de NO
2
–la relación de NO
2
a NOx puede variar entre un 12% y
un 70%–. Algunos convertidores catalíticos también pueden, al tiempo que reducen
significativamente las emisiones de monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno
(NOx) y hidrocarburos (HC), producir otros contaminantes que contienen nitrógeno
tales como amoniaco (NH
3
) y óxido nitroso (N
2
O), potente gas de efecto invernadero.
Las emisiones de amoniaco procedentes del transporte por carretera han aumentado
desde 1990 como resultado de un mayor uso de convertidores catalíticos de tres vías;
estos liberan NH
3
como un subproducto. Sin embargo, las emisiones de amoniaco han
descendido desde 2000, y se prevé que siga disminuyendo en el futuro gracias al uso
generalizado en la flota de vehículos de catalizadores de segunda generación, que
emiten niveles más bajos de NH
3
.