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Informe de
Medio Ambiente en Andalucía
La agricultura de conservación y su adaptación al cambio climático
Los agricultores, en su labor cotidiana, siempre han tenido que tomar decisiones para adaptar sus cultivos
a las cambiantes condiciones meteorológicas que ya de por sí se dan de una campaña a otra. Hasta el
momento, dichas decisiones se han basado en la alteración de los patrones de los cultivos o cambios en
la gestión de los mismos, pero parece que estas medidas no serán del todo suficientes para afrontar los
impactos esperados a corto y medio plazo, fruto de las consecuencias que el cambio climático tendrá sobre
los ecosistemas agrícolas.
Las estrategias de adaptación que se tomen han de tener en cuenta, lógicamente, los cambios esperados
según la región agroclimática considerada. Por ejemplo, y centrándonos en las condiciones de la Península
Ibérica, con predominio del clima mediterráneo, la tendencia de cambio augura incrementos de temperatu-
ra, disminución de la disponibilidad de agua y precipitaciones más concentradas e intensas. En este caso,
los mayores riesgos para los agricultores podrían derivarse de la reducción de las cosechas y los conflictos
en el suministro de agua, además de una progresiva degradación de los suelos, debido al impacto que pue-
dan tener sobre los suelos labrados precipitaciones más intensas.
Dentro del ámbito de la producción agraria y ganadera, las medidas de adaptación pueden agruparse según
el objetivo que persigan en tres ejes fundamentales:
¡
Capacidad de adaptación de los agro-ecosistemas a las perturbaciones climáticas (resiliencia).
¡
Cambios en las estrategias de gestión agronómica de los cultivos.
¡
Diversificación de los medios de subsistencia.
Asociación Española Agricultura de Conservación. Suelos Vivos (AEAC.SV).
