Un contaminante es toda sustancia introducida directa o indirectamente en la atmósfera por la actividad humana, cuya presencia pueda tener efectos nocivos o que impliquen molestia grave o riesgo para la salud de las personas o el medio ambiente en su conjunto.
Según la Ley 34/2007, de Calidad del aire y protección de la atmósfera, se consideran contaminantes atmosféricos las siguientes sustancias:
- Óxidos de azufre (SOX) y otros compuestos de azufre.
- Óxidos de nitrógeno (NOX) y otros compuestos de nitrógeno
- Óxidos de carbono (COX)
- Ozono troposférico (O3)
- Compuestos orgánicos volátiles (COVs)
- Hidrocarburos aromáticos y compuestos orgánicos persistentes (COP)
- Metales y sus compuestos (Pb, Ni, etc.)
- Material particulado (incluidos PM10 y PM2,5)
- Amianto (partículas en suspensión, fibras, etc.)
- Halógenos y sus compuestos
- Cianuros
- Policlorodibenzodioxinas y Policlorodibenzofuranos
- Sustancias y preparados respecto de los cuales se haya demostrado o existan indicios razonables de que poseen propiedades cancerígenas, mutágenas, xenoestrógenas o puedan afectar a la reproducción a través del aire.
- Sustancias que agotan la capa de ozono.
- Según su origen se pueden clasificar en:
- Primarios: Procedentes directamente de las fuentes de emisión.
- Secundarios: Originados en la atmósfera a partir de diferentes procesos y reacciones de los contaminantes primarios.