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La preservación del firmamento andaluz
Lo que conocemos como temperatura de la luz es lo que le da su color
y se mide en grados Kelvin (
o
K). Las tonalidades se dividen en tres
tipos: cálidas, que son amarillentas y están bajo los 3.300
o
K; frías, que
corresponden a tonos blancos entre 5.500 y 6.500
o
K y neutras, que
son luces intermedias entre 3.500 y 4.100
o
K. Es preciso señalar que la
temperatura de la luz no se refiere al calor físico, sino a la sensación que
produce ésta en el ojo humano. Así, mientras la luz cálida relaja y hace
sentir cómodo, la fría sobre estimula.
Las luces cálidas cuentan con una mayor profundidad y énfasis de los
detalles, mientras que las frías no diferencian relieves y aplanan la visual
por su iluminación uniforme.
Una iluminación correcta es aquella que permite distinguir las formas, los
colores, los objetos en movimiento y apreciar los relieves, y que todo ello
además, se haga fácilmente y sin fatiga, es decir, que asegure el confort
visual permanentemente. Con frecuencia, nuestros ambientes laborales
poseen contaminación lumínica. Esto puede deberse a la carencia de
color, deslumbramiento por luces directas y ambientes con contrastes
de luz demasiado grandes. Estas situaciones influyen directamente en
nuestro estado de ánimo y en nuestras retinas.
Como ya se ha recogido en estas páginas, todas las especies del planeta
presentan un gran número de fenómenos biológicos que se repiten
aproximadamente cada 24 horas, conocidos como ritmos circadianos. En
el caso de los mamíferos esta sincronía se debe a que la comunicación
de las señales temporales al cerebro se realiza a través de la melatonina,
hormona que sintetizada por la glándula pineal alcanza su máximo de
secreción durante el periodo nocturno. Pero el ritmo circadiano que
presenta la secreción de la melatonina se ve influido por la presencia de
luz nocturna, siendo la luz que más afecta aquélla con un alto contenido
en luz azul (460-480 nm).
Además de la función cronobiótica de la melatonina (regulación del ritmo
sueño/vigilia), esta hormona también presenta, entre otras, funciones
antioxidantes, inmunoestimulantes y antiinflamatorias.
La primera vez que se describió la melatonina fue en los mamíferos,
posteriormente se constató en otros taxones, descubriendo que está
presente en la práctica totalidad de todos ellos (invertebrados, hongos,
plantas, protozoos y bacterias).
Me acompañas. I Concurso de
Fotografía Nocturna en el Parque
Natural Sierra de Huetor. G.
Contreras Espínola.