Me habéis dejado el suelo lleno de ideas hermosas/No hay forma de limpiarlas.

Rosa Berbel

Cuando leímos los versos de la poeta andaluza que encabezan esta página, la memoria se nos impuso y recordamos los cientos, los miles de miradas, de voces, de relatos, de encuentros, de trozos de vida con que artistas y espectadores han alimentado este ser vivo en que se ha convertido el Teatro Alhambra, un ser que nos sobrevivirá y seguirá escribiendo su trayectoria año tras año.

En sus paredes están grabadas esas “hermosas ideas imposibles de borrar” a las que otras muchas se irán añadiendo a lo largo de sus años futuros.

Decía Samuel Beckett algo así como que nuestro tiempo —se refería al suyo, aunque no creemos que el actual haya cambiado mucho— es tan excitante que a las personas solo puede chocarnos el aburrimiento. Por ese motivo, a la hora de conformar nuestra oferta decidimos vivir dentro del movimiento, estamos a la espera de lo que va a suceder. He ahí la pauta que preside nuestra actitud a la hora de elaborar nuestro programa.

El suceder es propiciado por el hacer de los artistas y sus propuestas, esas nos asaltan porque nos abordan sin esperárnoslo y apelan en muchos casos a nuestra intuición. Ellos —los artistas— más que nadie saben de
ese sentimiento que sintetiza el talento y las diferentes maneras de narrar.

Dejarnos sorprender con mirada disponible es lo nos hace espectadores, algo irrenunciable en el momento del encuentro con todo tipo de acto creativo, en nuestro caso el de las artes escénicas en toda su amplitud.

Y este mismo desvelamiento se materializa ante nosotros cuando, tras escuchar por separado los diferentes movimientos de esa partitura que es una programación, aparecen, como ahora, ordenados y encajan definitivamente dando lugar a una gran sinfonía de nueve meses de duración. Una dramaturgia de la programación se impone. Ese es el momento en el que podemos interpretarla con sentido y darla a conocer.

Del mismo modo —según lo que afirmaba Michel Foucault: No es lo concreto lo que determina la identidad, son las trayectorias— nuestra programación responde a este aforismo, ya que no solo atendemos a los nuevos talentos que surgen en el territorio del espectáculo vivo sino que acompañamos sus recorridos.

UNA PROGRAMACIÓN MARCADA POR LAS ARTES DEL MOVIMIENTO

Danza, teatro, circo, performance, música... las disciplinas se contaminan y trazan entre ellas una línea común que las hibrida creando disciplinas mestizas. La temporada 22/23 se significa, entre otras cosas, por la puesta en valor de uno de los signos más destacados de nuestro tiempo: la sintaxis del cuerpo. De ello darán noticia los espectáculos de Daniel Abreu, Guillermo Weickert, Aracaladanza, Rachid Ouramdane, Sol Picó, Truca Circus, Marcat Dance o el de Baro d’Evel.

LAS ARTES DEL TÍTERE COMO ESCRITURA QUE SE SITÚA EN LA ENCRUCIJADA DE LAS DISCIPLINAS ESCÉNICAS

Al margen de la oferta del festival de títeres, la presentación en temporada de los espectáculos de Espejo Negro y Claroscvro —en diálogo con el resto de disciplinas escénicas— responde a una de nuestras íntimas convicciones: La de seguir fieles a aquello que declaró Pina Bausch TEATRO O DANZA ES ALGO QUE NO ME PLANTEO JAMÁS. Nosotros al elaborar nuestra oferta artística iríamos más allá ya que “danza, teatro, música, circo, objetos, artes visuales, etc.” es algo que no nos planteamos nunca.

 

MUCHOS DE LOS GRANDES DIRECTORES, ACTRICES Y ACTORES NACIONALES ATRAVIESAN NUESTRO RECORRIDO ARTÍSTICO

Tras dos años de inestabilidad hemos querido volver a conectar con muchos de los creadores y creadoras más significativos a nivel nacional. Ellas y ellos vuelven con gran energía y nosotros estamos para atenderlos, sostener su trabajo y darlo a conocer. Por nuestro escenario pasarán: Nuria Mencía, Javier Cámara, Frances co Carril, Blanca Portillo, Andrés Lima, Alberto San Juan, Juan Mayorga, Eduard Fernández, etc.

EL ALHAMBRA. UN ESCENARIO QUE CELEBRA LA VITALIDAD DE LAS ARTES ESCÉNICAS ANDALUZAS

A lo largo de los años, nuestro objetivo —presentar a nivel de igualdad a artistas andaluces, nacionales e internacionales— sigue intacto. Así pues el Teatro Alhambra sigue siendo caja de resonancia de la vitalidad de las artes escénicas producidas por creadores andaluces. Hasta 12 espectáculos de nuestra comunidad en algo más de ocho meses se instalarán su escenario. Son los casos de los dirigidos o coreografiados por: Alfonso Zurro, Juan Dolores Caballero, Mario Bermúdez o Greta García, entre otros. Al margen de los estrenos absolutos de Histrión y Laviebel.

Ahora solo nos queda rendirnos ante esos artistas que luchan y trabajan para que los vea el mayor número de personas. Nuestro trabajo es darles un marco, un emplazamiento, luz y todo cuanto sea necesario para realzarlos.
Disfruten de la temporada.

Agencia Andaluza de Instituciones Culturales
Manuel Llanes
Director de Espacios Escénicos
Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico
Junta de Andalucía