Allen Ruppersberg es un creador estadounidense ligado al arte conceptual que propone una reflexión en torno a las relaciones que se pueden establecer entre nociones aparentemente opuestas: realidad y ficción, alta y baja cultura, espacio público y espacio privado... Da a sus obras un enfoque multidisciplinar y utiliza tanto recursos y planteamientos discursivos propios de la literatura y de la filosofía, como referencias autobiográficas y elementos procedentes de la cultura mediática y popular.

A juicio de este artista, que comenzó a ser conocido a nivel internacional a principios de los años 70 (en 1972 participó en la Documenta V de Kassel, comisariada por Harald Szeemann), es necesario repensar categorías estéticas como "autoría", obra artística o "espacio expositivo" y explorar los límites que existen entre un original y su(s) copia(s). En este sentido, Allen Ruppersberg considera que hay que construir “un tipo más democrático de objeto de arte” que no sólo se exhiba y venda en galerías y museos, "sino que pueda expandirse por el mundo y adquiera nueva vida".

Por lo general, sus proyectos toman forma de instalación, aunque a lo largo de su carrera, Ruppersberg, que ha sido profesor en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), ha recurrido a otros procedimientos artísticos (performances, vídeos, dibujos, esculturas, proyecciones con diapositiva, fotografías...).

Sus trabajos han estado estrechamente ligados a los lugares en los que ha vivido: Los Ángeles, Nueva York y, en estancias más cortas, diversas ciudades europeas: Utrecht, Arheim, Münster, Frankfurt, Basilea... En el verano de 2006, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo organizó una exposición sobre este artista que incluyó, entre otras cosas, la instalación que aquí se analiza, The New Five Foot Shelf [El nuevo estante de cinco pies (150 cm)], que Ruppersberg ha definido como una "gran obra biográfica".

En sus instalaciones, Allen Ruppersberg relaciona el concepto de archivo con la organización de los objetos que contribuyen a configurar nuestro conocimiento y nuestra memoria (tanto colectiva como individual). Hay que tener en cuenta que, en mayor o menor medida, a lo largo de nuestra vida, todos vamos recopilando distintos tipos de objetos que contienen información -libros, discos, recortes de prensa, folletos publicitarios, flyers, postales, archivos digitales…-, es decir, todos vamos creando nuestra propia colección que, tanto por su “contenido” como por los criterios que aplicamos a la hora de ordenarla, refleja cómo somos, cuáles son nuestros gustos e intereses. Con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información, que permiten una multiplicidad que antes no había y que facilitan la organización de los objetos que se recopilan, esta tendencia se ha intensificado.

Descripción

En la parte central de esta instalación hay una mesa alargada que sostiene una hilera de libros que, a primera vista, parecen los tomos de una conocida enciclopedia de Harvard llamada Dr. Elliot´s Five Foot Shelf of Books (La estantería de cinco pies del Dr. Elliot). En las paredes que hay en torno a la mesa, Ruppersberg ha colgado, a modo de posters, fotografías del estudio que el artista ocupó en Nueva York desde 1986 a 2001.

Al observar la cubierta y el interior de los libros, podemos comprobar que, en realidad, no son ejemplares de la citada enciclopedia. Todos han sido renombrados con el título de la instalación -The new five foot shelf (La nueva estantería de cinco pies)- y tienen subtítulos que hacen referencia a diversos temas y autores. En su interior no encontramos datos enciclopédicos, sino textos e imágenes que proceden del archivo personal de Allen Ruppersberg, desde fragmentos de escritos que él ha elaborado hasta recortes de prensa con obituarios.

Relación

El objetivo de una enciclopedia es reunir en un espacio reducido lo más relevante del conocimiento humano, de modo que en ella esté todo lo que un ciudadano medio necesita saber. Hasta hace muy poco tiempo, las enciclopedias ocupaban un lugar privilegiado en la mayoría de los hogares, pero en la actualidad, han perdido gran parte de su antiguo protagonismo.

En esta instalación, la homogeneidad y rigidez de la distribución de los libros que hay en la mesa contrasta con lo que nos transmiten las fotografías del estudio de Allen Ruppersberg. Estas fotografías nos muestran un espacio vivo, vinculado a la biografía del artista y quizás por ello pueden contribuir a que el espectador se interese por lo que hay en el interior de los libros que están en la mesa (y a que de ese modo descubra que en ellos no encontrará lo que se espera que ofrezca una enciclopedia al uso, sino textos e imágenes procedentes del archivo personal de Ruppersberg).

Reflexión

En todo momento, el artista estadounidense evita orientar la lectura de la información que contienen estos libros. La elección de lo que se lee y el orden en que se hace esa lectura queda en manos de los espectadores que, de esta forma, llevan a cabo una resignificación del contenido de la obra.

En La nueva estantería de cinco pies, Allen Ruppersberg nos habla del modo en que nos formamos y construimos nuestra memoria, mostrando que existe una relación directa entre la configuración de nuestra estructura mental y la selección y jerarquización que hacemos de la información que recibimos.

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