Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, JOAN FONTCUBERTA es artista, docente, ensayista y promotor de arte especializado en fotografía. A lo largo de su carrera ha expuesto en más de una treintena de museos y salas de arte de Europa, América del Norte y Japón, obteniendo numerosos galardones, entre ellos, el Premio Nacional de Fotografía que le concedió el Ministerio de Cultura de España en 1998.

Su carrera se inicia en los años 80 cuando se embarca en numerosos proyectos y eventos relacionados con el mundo de la fotografía, como la creación de una revista llamada PhotoVisión (con sede en Utrera, Sevilla) o la organización de las Jornadas Catalanas de Fotografía y de la Primavera Fotográfica de Barcelona. En esa época comienza también a comisariar exposiciones, tanto dentro como fuera de España. En 1996 fue nombrado director artístico del Festival Internacional de Fotografía de Arlés. Actualmente es profesor en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y en la Harvard University de Cambridge (Massachusetts), y colabora con regularidad en diversas publicaciones especializadas en imagen.

Sus trabajos -que a menudo tienen un carácter multidisciplinar e incorporan aportaciones de diversos ámbitos del conocimiento (desde la biología a la astronomía, pasando por la semiótica)- plantean una crítica radical a los modos de ver y pensar hegemónicos y nos hacen tomar conciencia de que la realidad es una construcción (no algo dado de antemano).

 

PERE FORMIGUERA es un fotógrafo que aborda cuestiones como el paso del tiempo (en su serie Cronos, por ejemplo, retrató a 32 personas cada mes a lo largo de 10 años) o reflexiona sobre la naturaleza de la imagen fotográfica, sobre cómo ésta representa lo real.

Desde los inicios de su carrera ha intentando transgredir las fronteras entre los distintos géneros fotográficos -documental, publicitario, artístico…- y ha buscado una interacción entre la fotografía y otras disciplinas.

Licenciado en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Barcelona, Formiguera ha sido miembro de los Departamentos de Fotografía de la Fundación Joan Miró de Barcelona y del Museo Nacional de Arte de Cataluña. Actualmente vive y trabaja en Sant Cugat del Vallés (Barcelona).

Sus obras forman parte de las colecciones de numerosas galerías, centros de arte e instituciones museísticas, tanto de España (el Museu d'Art Contemporani de Barcelona-MACBA, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia-MNCARS…) como de otros países (el Museum of Modern Art-MoMA de Nueva York, la Maison Européenne de la Photographie de París…).

Desde que Darwin publicara El origen de las especies mediante la selección natural (donde expuso por primera vez la teoría de la evolución), nos planteamos si las cosas podrían haber discurrido de otro modo. Es decir, si los animales y plantas que hoy conocemos podrían haber evolucionado de una forma diferente a como lo han hecho.

El proyecto Fauna, realizado en colaboración por los artistas Joan Fontcuberta y Pere Formiguera, parte de la invención de un personaje, el doctor Peter Ameisenhaufen, un biólogo alemán desaparecido en extrañas circunstancias que descubrió numerosas especies de animales: desde un mandril con cuerpo de ciervo hasta una ardilla que, por cola, tiene una víbora. En Fauna, Fontcuberta y Formiguera presentan una selección del trabajo de documentación que, siguiendo métodos científicos, realizó Ameisenhaufen en torno a estos animales.

Descripción

Threschelonia atis es el nombre científico que este doctor dio a un pájaro de cuatro alas que descubrió en uno de sus viajes. La obra que aquí se analiza, perteneciente al proyecto Fauna, muestra varios documentos relacionados con este extraño pájaro: tres fotografías y una radiografía del mismo, un dibujo de su interior y otro de una de sus plumas, un gráfico (o sonograma) de su graznido e incluso una grabación de éste que podemos oír a través de unos auriculares.

Relación

En las exposiciones organizadas para presentar Fauna, Joan Fontcuberta y Pere Formiguera no indicaban que el profesor Ameisenhaufen era un personaje ficticio y que todos los documentos que se exhibían habían sido creados ad hoc por ellos. Como la obra estaba realizada siguiendo un método propio de la ciencia, nada hacía dudar de la veracidad de lo que se contaba. Esto, unido a las dudas que existen en torno a la capacidad evolutiva de las especies, provocaba que parte del público saliera de la exposición convencido de la existencia real de los animales que en ella aparecían.

Reflexión

De este modo, Fontcuberta y Formiguera demostraban que un discurso fundamentado en la fantasía podía ser interpretado como verdadero por el mero hecho de elaborarlo utilizando una metodología científica. Hay que tener en cuenta que durante mucho tiempo (y, en cierta medida, aún en la actualidad), la ciencia ha sido en las sociedades occidentales un metarrelato a partir del cual se comprende y explica todo, despreciándose otras formas de conocer y aprehender la realidad.

Pero la ciencia no es infalible ni inmutable. Los nuevos descubrimientos generan nuevas incertidumbres y hacen que principios científicos que antaño se consideraban irrebatibles, queden en entredicho. Aprovechándose de la potencialidad de las nuevas tecnologías de la información para crear realidades virtuales (es decir, realidades no reales), en este proyecto se plantea una reflexión sobre la necesidad de dejar de concebir el discurso científico como algo neutral y desideologizado.

CONTENIDOS EDUCATIVOS	ciencia · Metarrelato · Método · origen · Veracidad
CONTEXTO HISTORICO	años 80
OTRAS DISCIPLINAS	biología
PROCEDIMIENTO ARTISTICO	fotografía · multidisciplinar