HACIA UN ENTORNO LABORAL IGUALITARIO: CLAVES PARA ERRADICAR LA DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO


Eje conceptual. Tipos de discriminaciones

Tipos de discriminación

¿Con qué tipo de discriminaciones podemos encontrarnos?

La experiencia acumulada durante décadas de intervención institucional contra la discriminación por razón de sexo, por un lado, y la persistencia de situaciones de desigualdad entre mujeres y hombres en el mercado laboral, por otro, ha venido demostrando que este tipo de discriminaciones no desaparecen, sino que se van haciendo cada vez más “sutiles”. Ello ha motivado la necesidad de avanzar también en la definición del concepto de discriminación, distinguiendo principalmente entre dos tipos de formas que puede adoptar:

DISCRIMINACIONES DIRECTAS

Suponen un trato desfavorable hacia las mujeres.
La prohibición de participar o acceder a un recurso por el hecho de ser mujer.
Se expresan de forma clara y explícita, son más fáciles de detectar.
Cada vez menos son menos frecuentes.

POR EJEMPLO

  • Despedir a una mujer por razón de embarazo.
  • El acoso sexual.

DISCRIMINACIONES INDIRECTAS

Menos visibles, más sutiles y difíciles de detectar.
No se pueden detectar a través de actitudes y comportamientos (porque son aparentemente neutros).
Se detectan a través de los efectos desfavorables sobre las mujeres que ciertas actuaciones o mecanismos de intervención han producido.

POR EJEMPLO

  • La discriminación salarial.
  • La valoración de requisitos como la horas extras para promocionar.

Mira atentamente este dibujo…

Discriminacion indirecta

En el dibujo, representamos a mujeres y hombres en posiciones de partida desiguales, tal como se constata en la realidad de casi cualquier ámbito de intervención que consideremos.

linea roja La línea roja ilustra la brecha de género.

linea verde La línea verde representa una intervención “aparentemente neutra” (igual para unos y otras)

Si atendemos a los resultados de una intervención “igual para mujeres y hombres”, nos daremos cuenta que estos reproducen las desigualdades de partida (la brecha de género, representada en rojo, se mantiene).

Para recoger todo este tipo de intervenciones, aparentemente neutrales, pero que tienen como resultado la reproducción o el agravamiento de las desigualdades entre mujeres y hombres, se han acuñado el concepto de discriminación indirecta. Éste alude a un tratamiento formalmente neutro pero que, sin embargo, resulta desfavorable para las mujeres. Aunque suele ser “involuntaria”, sin embargo, el efecto es el mismo: al no intervenir expresamente sobre las desigualdades de partida, contribuye a reproducirlas. Esta forma de discriminación está presente en todos los ámbitos de la vida, incluido el laboral, y en todos los entornos laborales, incluida la Administración Pública.