Así, si en enero destacó el rusco (Ruscus aculeatus L.), que los visitantes pudieron contemplar con sus frutos en su característica ubicación, sobre las falsas hojas de este arbusto; en febrero fue el turno del hediondo (Anagyris foetida L.).
Los voluntarios que participen en este programa deberán realizar una jornada de inspección recorriendo al menos una vez al año y durante los meses de primavera uno o varios tramos de río para hacer un diagnóstico ambiental de este.
En enero arrancó este programa en Cádiz con un curso de formación para el profesorado en las instalaciones de El Aljibe, y continuará con la visita de los alumnos en el mes de marzo.