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l hombre desde sus orígenes
ha tomado de la naturaleza el ali-
mento necesario para subsistir. En los
bosques recolectaba bayas, frutos y
raíces además de toda una serie de
animales que cazaba y comíaa la luz
de sus hogares.
Cabría suponer que las setas, ungrupo
de seres extraordinariamente llamativos
en sus formas y colores que se desarro-
llan en bosques y praderas, nopasaría
desapercibido a nuestros antecesores.
De hecho, se tiene constancia, de que
en el Paleolítico y Neolítico, algunos
grupos humanos mantenían en su dieta
varias especies de setas (
Fistulina
he-
patica
y diversos boletos).
En la Roma Antigua se consumían
grandes cantidades de setas. Así,
en los frescos de Herculano aparece
pintada una de las setas comestibles
más conocidas y consumidas en
la actualidad, el níscalo (
Lactarius
deliciosus
).
En el siglo I a.C., el célebre natura-
lista romano Plinio el Viejo estudia
a los hongos y dicta normas para
distinguir a los comestibles de los
venenosos.
Apicio, el mayor de los maestros
de la cocina romana, en época del
emperador Tiberio, en sus tratados
gastronómicos, dedicaba un apartado