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ANÁLISISDESCRIPTIVODELOSRESULTADOS
La mayor parte de las respuestas aluden al tema de
reciclaje (71,9%)que,por lo tanto,esel comportamiento
que los andaluces identifican de formamás clara con la
protección ambiental (un 59,9% lo cita en su primera
respuesta).
Las prácticas dirigidas al ahorro de agua también
tienen un peso destacado entre las respuestas de los
encuestados (38,3%). El tercer lugar en número de
menciones (22,3%) lo ocupan las prácticas domésticas
de consumo eficiente de energía (uso de bombillas
de bajo consumo, compra de electrodomésticos
de eficiencia energética, ajuste moderado de la
climatización, apagar luces,…).
Las conductas incluidas enel cuidadodelmedionatural
(14,8%) aluden sobre todo a mantener limpios parajes
naturales, prevenir incendios forestales y llevar a cabo
prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente.
En el medio ambiente urbano también se extiende
la preocupación por mantener limpios los espacios
comunes (12,7%)
Sehan identificadoungrupode respuestas relacionadas
con prácticas de movilidad sostenible (11,3%): usar
transporte público, limitar el uso del vehículo privado,
etc. En la categoría de consumo responsable (6,2%)
se han incluido las respuestas relativas a la compra de
productos ecológicos, uso de papel reciclado, rechazo
a los productos químicos de limpieza o insecticidas,
reutilización de bolsas deplástico, etc.
n
Ahorro deenergía, agua y combustible.
El Gráfico 30 muestra los resultados obtenidos sobre
tres tipos de prácticas (sugeridas por el encuestador)
que contribuyen a la protección del medio ambiente
a través de un consumo eficiente de agua, energía y
combustible. La mayoría de los encuestados declaran
llevar a cabo de forma habitual prácticas en sus
hogares para reducir el consumodeenergía tales como
moderar la climatizaciónde la vivienda oelegir aparatos
energéticamante eficientes (88%), además de ahorrar
agua en las prácticas de aseo y limpieza (87,6%). Este
tipo de prácticas no implican cambios profundos en los
estilos de vida de los ciudadanos y su realización es
percibida como una norma social.
En cuanto al ahorro en el consumo de combustible
mediante el uso de medios de transporte sostenibles
en la mayoría de los desplazamientos locales, las
respuestas son igualmente positivas, pero distinguen a
quienesasumenestecomportamientode formahabitual
(67,5%) dequienes lo realizan alguna vez (20,6%).
Las tres prácticas analizadas se encuentran tan
extendidas entre la población andaluza que no es
posible distinguir los rasgos sociodemográficos más
proclives a su realización. No obstante, como se
viene observando en las últimas ediciones del EBA, el
porcentajede jóvenesquedeclaraahorraraguayenergía
de forma habitual (81,5% y 80,7% respectivamente)
es ligeramente inferior al registrado en el resto de la
muestra.