Tratamiento aéreo de fitosanitarios en zona de pinar.
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D. Revilla
*
70
60
50
40
30
20
10
0
Málaga
Sevilla
Total General
Jaén
Huelva
Granada
Córdoba
Cádiz
Almería
G2
G0
G3
G1
G4
G5
*
Superficie (%). Los grados de infestación por procesionaria del pino van
de menor a mayor, y fluctúan entre G0 y G5.
Fuente:
Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente.
Red de Información Ambiental de Andalucía, 2013.
Informe de Medio Ambiente en Andalucía
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La procesionaria del pino es un lepidóptero que puede provo-
car daños de importancia al arbolado si realiza defoliaciones
intensas y repetitivas. Se distribuye por todos los pinares an-
daluces. Y, además, se caracteriza por el carácter urticante de
las orugas que pueden provocar reacciones alérgicas. De ahí la
importancia de su control.
En 2012, el estado de los pinares de Andalucía respecto a la
procesionaria es muy bueno, continuando con la tendencia de
los últimos años. Una gran mayoría de la superficie (85,3%)
posee un grado nulo o muy leve de plaga, frente a una minoría
(1,35%) con niveles altos o muy altos. La evolución de la infes-
tación en estos años muestra una ligera tendencia a disminuir
la presencia de la plaga desde 2007. A nivel provincial el com-
portamiento es similar, predominando los niveles 0 y 1 de
infestación frente al resto de grados. Los rodales con defolia-
ciones importantes son prácticamente inexistentes.
Las actuaciones de control, como los tratamientos aéreos, se
programan en función de las características de la infestación de
cada bloque de tratamiento y se dirigen hacia grandes zonas de
infestación media en la que los usos, aprovechamientos o esta-
do fitosanitario se encuentran amenazados por esta plaga. El
uso del cañón es una medida que permite un control más loca-
lizado en zonas especialmente sensibles. La superficie tratada
total en los últimos años está en progresiva reducción, fruto de
la aplicación de los criterios de los planes de lucha integrada.
Las sequías recurrentes de la década de los 90 provocaron un
importante debilitamiento del arbolado, especialmente pina-
res, lo que favoreció la proliferación de plagas de insectos
perforadores. Desde entonces, esta situación se ha mantenido