3,44
Córdoba
0,0
Doñana
23,61
Sierra Nevada
0,0
Cádiz
0,5
Almería
1,38
Jaén
8,52
Granada
0,01
Huelva
Fuente:
Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente.
Red de Información Ambiental de Andalucía, 2013.
Unidades: ha
Superficie afectada
Índice de ataques
2006
2007
2008
2009
2010
2012
2011
*
250
200
150
100
50
0
**
5.000
4.000
3.000
2.000
1.000
0
*
Índice de ataque ** Superficie (ha)
Fuente:
Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Red de Información Ambiental de Andalucía, 2013.
Nº de focos
51
61
58
25
47
39
14
Informe de Medio Ambiente en Andalucía
180
La situación fitosanitaria de Andalucía respecto a los insectos
perforadores se evalúa a través de un parámetro denominado
Índice de Ataque que representa el total de superficie arbolada
que muere debido al efecto de estos insectos. Su evolución de-
pende de la virulencia del ataque y del número de focos
determinados.
En la campaña de 2012 el valor del índice de ataque de estos
insectos se ha reducido de forma importante, debido a las ac-
tuaciones desarrolladas, al buen estado general del arbolado y a
la escasa incidencia de incendios y sequías. Los daños se asocian
principalmente a
Tomicus destruens
, mientras que las especies
arboladas más afectadas son
Pinus pinea y P.halepensis
.
En cuanto a la lagarta peluda (
Lymantria dispar
), segundo de-
foliador de masas forestales tras la procesionaria, su mayor
carácter polífago hace que sea capaz de alimentarse incluso
del matorral acompañante. En Andalucía provoca graves defo-
liaciones sobre
Quercus
en las zonas del Macizo del Algibe
(Cádiz y Málaga) y en las sierras orientales (Sierra Nevada y
Sierra de Gádor). Se caracteriza por tener un ciclo periódico
plurianual, donde se alternan varios años con comportamien-
to muy agresivo con otros menos virulentos.
El plan de lucha integrada contra la
Lymantria dispar
parte de
la toma de datos de campo de las zonas de puestas y de defo-
liaciones. Esta información, junto con la obtenida de la Red de
Control (trampas de feromonas en lugares estratégicos), es la
que sirve al técnico de equilibrios biológicos para definir la
zona de tratamiento. Debido a que una parte importante de la
dispersión de este insecto se produce en fase larvaria al ser
arrastrada por el viento, es necesario ampliar la zona a tratar
con un buffer de tamaño variable.
La superficie incluida dentro de este plan supera las 160.000
ha, organizadas en rodales sobre los que se realiza un segui-
miento del número de puestas y de la aparición de
defoliaciones. Se dispone de dos herramientas para el control
de la población, las trampas de feromonas y los tratamientos
con medios aéreos. La primera emplea una sustancia para
atraer a los machos, impidiendo así que éstos copulen con las